"Lanaterapia", encontrar un delicado placer al tejer

María Inés Vega es tejedora y en esta nota cuenta de manera clara el bienestar que encuentra en el arte de tejer. Desde la docencia ha logrado involucrar a varias personas que experimentan lo mismo en comunidad. "Tejer es una actividad terapéutica, un ejercicio cognitivo y un fortalecedor neuronal. Tejer pone en orden los pensamientos, activa las endorfinas y genera un delicado placer a quien lo realiza", señala.

Tejer, según definición del diccionario es entrelazar hilos o fibras, mecánicamente o a mano, para formar un tejido o hacer un objeto determinado. Pero en realidad es mucho más que eso, es una actividad en la que intervienen lanas y agujas, un proyecto y una persona que lo lleva a cabo. Para ahondar más en el arte de tejer y en sus beneficios conversamos con María Inés Vega, tejedora y dueña del taller de tejido "Lazos".

"Empecé a los 12 años a tejer. Para mí era como un entretenimiento, en vez de salir a jugar con mis amigas iba con mi papá a la casa de unas tías y ellas me enseñaban a tejer. Lo que más tejí siempre fue al crochet, pero después mi mamá me enseñó dos agujas. Cuando terminé el secundario lo vi como una salida laboral, tejía para afuera, pero siempre con gente conocida", recuerda María Inés.

"A mí siempre me gustaron las manualidades, más allá de tejer, que en este momento es a lo que más me dedico, también me gusta pintar, me gusta bordar. Estuve mucho tiempo con los artesanos, pero ahí solo con bordado. En el año 2014 empecé con los cursos, porque la vida te va llevando a conocer gente y te dicen ?abrí un espacio y necesito alguien que vaya a dar crochet? y dije bueno, voy a empezar por algún lado, porque por ahí yo sola no me animaba. Así que empecé en un espacio que estaba en la calle Belgrano, después fui a la biblioteca Héctor Amoroso, también estuve un año, luego estuve en otro espacio, hasta que, cansada de andar de acá para allá, decidí quedarme en mi casa. Hace ya 6 años que estoy acá".

Tejer es una actividad terapéutica, un ejercicio cognitivo y un fortalecedor neuronal. Tejer pone en orden los pensamientos, activa las endorfinas y genera un delicado placer a quien lo realiza. Sobre esta afirmación María Inés nos dice que: "para mí es un cable a tierra, agarrás el tejido y te vas, te olvidás de los problemas, ponés una linda música y a tejer. Es un momento de relajación y un momento para uno. Y es lo que yo veo en los talleres, acá vienen muchas chicas, como les digo yo, la mayoría están jubiladas. Ellas vienen, porque después de dejar de trabajar, necesitan un espacio para compartir. Hay días que vienen y no tejen nada o sea son dos horas y sólo hacen una vuelta al tejido, porque se la pasaron charlando de sus problemas y entonces encuentran que al otro le pasa lo mismo que le pasa a ella. Hacen, como le digo yo, `lanaterapia?, porque es una terapia, una comunidad en la que se comparten ideas de la vida, ideas del crochet. Yo siempre pongo música tranquila y ellas me agradecen porque se van como en otro mundo, es como un cable a tierra, es salir de tus problemas por dos horas y salís renovada. Y después está el contacto que tenemos a través de los teléfonos, de whatsApp, es una comunidad y para mí es maravilloso", afirma María Inés.

"En el taller fijo de los viernes sólo son 4 o 5 chicas, más no tengo, porque todas hacen cosas distintas, cada una de ellas hace lo que quiere dentro de lo que sabe, de lo que maneja en el crochet. Si quieren hacer un camino, un suéter, yo las voy guiando y las voy llevando y así ellas van aprendiendo, mientras hacen lo que les gusta. Después están los talleres especiales en los que también enseño macramé y por ahí algunas cositas sueltas, por ejemplo las mantas o los pie de cama que se usan tanto ahora. A estos talleres vienen personas que les gusta empezar y terminar el proyecto en dos clases. Eligen estos curso porque saben que vienen esos sábados y ya está el trabajo terminado".

En el proceso del tejido, la mente no solo permite seguir los patrones y dirigir las manos, sino que también va proyectando recuerdos a medida que se realiza la trama, recuerdos pasados y nuevos recuerdos que se generan en ese momento. María Inés sostiene que "para mí el hacer algo con las manos es esencial, digamos es especial, es un crecimiento mental y una compañía. Te saca los pensamientos negativos, te despega del aquí y ahora".

María Inés resalta que "más allá que uno lo puede usar como terapia, que está muy bueno, también tiene la otra parte, la salida laboral. Podés trabajar por encargue, hacer los tejidos que te gustan y vender tu trabajo. Entonces te sentís confortada, agradecida, estás trabajando en lo que te llena de felicidad". 

"Es increíble lo que ha evolucionado el tejido en este tiempo, la variedad de puntos y combinaciones que hay ahora". Con un "Yo amo el crochet", María Inés concluye la entrevista. Si deseas contactarte con ella, su instagram es @marive.lazos.

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