Entrevista al entrenador de básquetbol Luciano García El básquet femenino de Racing volvió a los entrenamientos. El técnico habló de las prácticas y analizó cómo es el trabajo con sus dirigidas más allá de la cancha.
El gimnasio "José Luis Willy Matos" volvió a tener vida. El sonido del repiquetear de los balones y el chirrido de las zapatillas anuncian que prontamente volverá a jugarse el campeonato y la Academia no quiere perder lo que ha conseguido.
La pretemporada que preparó "Lucho" está bien planificada. Primero las chicas hicieron varias jornadas de acondicionamiento después de casi tres meses sin competencia, más tarde iniciaron los test técnicos para refrescar conceptos y posteriormente se completará con el trabajo de exigencia física.
"En este período del año se busca que las chicas vuelvan a tener resistencia y velocidad, y a la vez retomamos los conceptos tácticos", resume García.
"Trabajamos todos los factores condicionantes del deporte. Siempre se hace con balones y en situaciones de juego", ahonda el técnico. Los entrenamientos se realizan a diario en el parabólico albiceleste, aunque también se utilizan otros espacios abiertos y las instalaciones del Polideportivo Municipal.
"Esto -señala- es para que las chicas trabajen en distancias más largas, pero también para que utilicen ambientes distintos al que están habituadas. Durante el año entrenamos en el gimnasio, por eso la idea es romper esa estructura de trabajo, a la que le sumamos otras propuestas como ir a entrenar y después pasar el día todos juntos".
El técnico apunta al fortalecimiento del grupo, aunque sean chicas que se conocen desde pequeñas y sean compañeras desde que se inició la práctica del básquet en el club. "Ellas lo disfrutan mucho porque comparten todas las categorías", rescata Luciano.
La pretemporada se extenderá hasta el próximo 8 de marzo, cuando mientras se espera el arranque oficial del torneo de la ABO.
"Lo que les planteo a las chicas es que tenemos que estar bien preparados para el arranque. Sabemos que los campeonatos de los varones van a empezar antes y los de ellas con posterioridad por eso es una ventaja iniciar la pretemporada con anticipación. No sabemos qué cantidad de equipos habrá ni cuál es el formato, pero igualmente vamos a hacer una pretemporada bastante completa y pasamos de entrenar dos días como lo hacíamos el año pasado, a cinco en este", indica.
"Es una pretemporada que queremos que la aprovechen bien y les sirva", insiste el entrenador racinguista.
El juego de la vida
Luciano García está a cargo de los equipos femeninos albicelestes en todas las divisionales, desde Mini hasta U17. El técnico debe estar atento a todas las señales, más allá de lo que ocurra los días de partido y de entrenamientos.
Para "Lucho", lo primordial es que sus dirigidas se sientan cómodas dentro y fuera de la cancha, y sigan entusiasmadas con el deporte.
"Ellas terminaron el 2018 que este año debían entrenarse mejor. Lo que les ofrezco es un entrenamiento lo más parecido posible a lo que se hace a nivel profesional. En la pretemporada, con algunas de las chicas hacemos doble turno y se les plantean objetivo para que se pongan metas individuales y como equipo", señala.
El técnico insiste en la unidad del grupo como principal objetivo de los entrenamientos. "La pretemporada es vital para eso y por eso optamos para que estén todas juntas, yendo al balneario o a algún otro sitio", apunta.
"Que estén entrenando un día a la mañana es un incentivo también para nosotros como entrenadores", suma.
"Hay chicas que vienen a entrenar desde qué comenzó la práctica de este deporte en Racing y siempre les recuerdo cómo eran esos momentos y cómo están ahora. Antes sentían que sólo servía ganar y cada vez que perdían era un calvario, hoy lo disfrutan. Yo les remarco lo que alcanzaron hasta ahora y qué podrían hacer para lograr más cosas entonces el incentivo está ahí y ellas se dan cuenta", comenta.
"Ahora están disfrutando más los partidos. Al comienzo, como era todo nuevo, tenían muchas incertidumbres porque jugábamos con equipos que tenían mucha experiencia y entornos donde el básquet femenino es más habitual. Entonces ello les generó una sensación de miedo que poco a poco la fueron superando con las charlas", menciona.
Lo que más valora el director técnico es la relación del grupo internamente y con sus rivales, dentro de la cancha. "Antes era distinto, ahora cada vez que termina se quedan charlando y se han generado vínculos incluso entre las familias. Eso es lo que está bueno, porque las relaja y entienden que el básquet es tan solo un juego", explica.
"Ganar o perder es lo que menos interesa. Ellas estaban muy arraigadas a eso, porque es el reflejo de una sociedad donde ser el mejor significa algo y es lo que menos tiene que importarles a esta edad. La etapa de formación debe servirles para aspirar a seguir jugando cuando sean más grandes, si tienen ganas y les gusta este deporte. Ganar o perder no significa que sos el mejor o el peor, tienen que entender que ambos resultados les va a servir para analizar qué se hizo bien y qué no y por qué", termina Luciano García.